AGUANTE CELESTE

Mucho ruido para poco fútbol (por Daniel Aliprandi).

El clásico de Cañada terminó empatado en un gol. La emotividad salvó, en parte, un espectáculo menos que mediocre ofrecido por los 22 jugadores. Ambos equipos sumaron un punto y permanecen en zona de clasificación.

En un partido de bajo nivel técnico y bastante chato, ADEO y Sport Club empataron en un gol, a través de los tantos convertidos por Diego Almada para el “celeste” a los 41 minutos del primer tiempo y Luciano Gonzáles para el “portaviones” a los 47 del complemento.

Durante los primeros 10 minutos del juego, las acciones favorecieron al conjunto de la Ruta 9, que avisó a partir de un remate de Amaya que Londero, en dos tiempos, logra contener. Transcurridos los minutos y promediando la etapa, ADEO logra pararse mejor en mitad de cancha y manejar las acciones gracias al buen complemento que desde ese sector enarbolaban Jonatan Rivas y Guillermo Faría.
Sin embargo, el local se iba a quedar tempranamente con diez jugadores producto de la expulsión de Juan Manuel Alaggi, (doble amarilla) que condicionó al “tricolor” a disputar con un hombre menos la mayor parte del partido. Mas tranquilo, el “celeste” comenzó a controlar tiempos y espacios, sin comprometer tanto a la defensa local. Pero a las claras quedó que la diferencia la marcan los que saben, y en una buena maniobra por derecha Diego Almada consigue impactar un fuerte remate que, lejos del alcance “del pato”, logra abrir el marcador. Dentro de un trámite parejo, Sport Club lograba la diferencia gracias a la jugada del diez, que lleva su equipo ventajoso por un gol hacia el descanso.

No quedaba otra que salir a “quemar las naves”. Y ADEO lo hizo, como pudo y con lo que tuvo. Zurita exigió a Cardoni con un fuerte remate que el uno sacó magistralmente, y el técnico Poli puso “toda la carne en el asador” cuando introdujo al campo de juego a dos delanteros netos: Luciano Gonzáles y Maximiliano Conde. Con Gonzáles el local se hizo más vertical, aunque la defensa de visitante se mostró segura. Después del acoso, Sport comenzó a cuidar la pelota en los pies de sus hombres creativos: Diego Almada y Ezequiel Amaya. Si bien el “celeste” tiene armas para sostener un resultado con la pelota en los pies de estos dos cracks, el análisis puede ser otro y tal vez allí haya acontecido la mayor equivocación del conjunto “del Lalo”: Sport dejó pasar el momento y mantuvo vivo a un ADEO que iba e iba. Un planteo extremadamente conservador lo privó de liquidar el partido cuando tuvo tiempo y espacio para hacerlo, al promediar la etapa final, con un ADEO con pocas piernas. Encima, un gol es poca diferencia, y un error defensivo, como finalmente ocurrió, puede derribar toda una estantería. De poco sirvió esa retención sin profundidad, siendo notoria las indecisiones que tuvo Sport Club a la hora de proponerse liquidar el partido.

Un grueso error defensivo (de los pocos que tuvo la visita) le permitió a Gonzáles y a ADEO llegar a la igualdad, cuando transcurrían dos de los tres minutos adicionados que agregó Gustavo Lerchner (de floja actuación), poniendo un resultado con cifras más acordes a lo que fue un desarrollo de partido parejo, emotivo y mal jugado.
Atrás habían quedado dos expulsiones más: la de Fernández y Martínez en Sport, y el delirio de la parcialidad local por el desahogo del empate.

Sport sigue invicto en el Jacinto Loessi, aunque se fue masticando bronca por el desenlace que tuvo el partido, a sabiendas que de habérselo propuesto, se hubiera llevado los tres puntos a casa. Tuvo en Diego Almada a su figura más importante, sin dejar de destacar que en las pocas que intervino, su arquero Mauricio Cardoni lució impecable. Otros, como Matías Raguzza, volvieron a fracasar dando cuenta del poco peso ofensivo que demostró el equipo en comparación al del año pasado o el del 2011. Sin embargo, por cantidad y calidad de elementos, Sport se configura como uno de los elencos más poderosos (si no el más…) del campeonato. Tal vez deberá demostrarlo con mayor actitud y decisión a la hora de cerrar los partidos.

En tanto, ADEO, con lo que tuvo, trató de plantearle pelea a su rival. Extrañó demasiado el desequilibrio ofensivo de Zanni, el oficio de Mercuri y la entrega de Yacciofani (todos ellos suspendidos del T.D.I.), más la regularidad de un Pedemonte afuera por estar desgarrado. Si a esto agregamos las lesiones que vienen arrastrando Acotto, Faría y Conde (entre algodones) se vislumbrará un panorama no menos que complicado de cara al futuro inmediato. En un marco de mediocridad, el domingo tuvo en Rivas y Faría a sus piezas más ordenadas, aunque no le sobró nada. Los chicos de la reserva cumplieron, aunque se sabe que en este tipo de partidos se requieren otras características, que en el Porta, el domingo, resultaron muy evidentes.
La actuación del árbitro rosarino Gustavo Lerchner fue, en rigor, bastante floja: el festival de tarjetas amarillas lo manejó por tiempos; en el primero revoleó cartones para los jugadores de ADEO y en el segundo lo hizo para los de Sport. Si entendió que Rivas simuló una infracción dentro del área y se dejó caer, debió haber expulsado al mediocampista local por doble amonestación, aunque se lavó las manos al no sancionar el penal ni expulsar al jugador. Durante pasajes del segundo tiempo pareció marcar demasiadas infracciones en contra de Sport, como lo hizo en el primero en detrimento del local. En definitiva, Lerchner será un muy buen juez de línea en el fútbol de primera división de A.F.A., pero el domingo dejó muchísimas dudas en cuanto a sus condiciones para dirigir un partido “chivo” de nuestra Liga Cañadense. Los participantes de ambas escuadras al igual que los dos cuerpos técnicos se retiraron muy disconformes con la actuación del rosarino, que hizo extrañar a algún buen árbitro local…

Fuente: El Canducho y la Liga (http://elcanduchoinforma.blogspot.com.ar)